¿Sabías que los perros son capaces de escuchar, a una distancia cuatro veces superior a la nuestra?, pero para que esto suceda, debemos cuidar de sus oídos
El oído es uno de los órganos más importantes del perro, a este se le debe no solo su extraordinaria capacidad auditiva, sino también la capacidad de respuesta y el equilibrio. Una de las formas de cuidar y mantener sano el oído de su mascota es a través de una buena higiene, porque de lo contrario, pueden ser foco de infecciones y obstaculiza el paso de aire al oído, lo que termina afectando considerablemente la audición.

La limpieza de la parte externa de la oreja, que generalmente es peluda, no implica dificultad, pero sí lo es, su parte interna, esta incluye la parte rosada desnuda del canal y las zonas interiores de la oreja. El material ideal para este fin es la gasa. La gasa envuelta en uno de uestros dedos, irá limpiando las paredes, siempre con delicadeza y recolectando los restos de cera, no utilice productos en su mascota sin consultar con el veterinario, tampoco debe introducir objetos como bastones de algodón, puede dañar severamente su oído llegando a causarle sordera. También al bañarlos, debemos tener la precaución de que el agua, no entre en sus oídos.

Ahora bien, en caso de que su mascota presente una o más de las situaciones que enumero a continuación, es conveniente que lo lleve a su veterinario de confianza.
1. Sacude la cabeza de manera anormal o se rasca las orejas con insistencia, puede ser señal de que está padeciendo de alguna infección. La otitis produce picazón dentro del canal auditivo, por lo tanto su mascota tratará de rascarse para aliviar la molestia.
2. El color del canal interno del oído cuando está sano es de un color rosa pálido. En caso de que presente supuraciones, se vea irritado, inflamado, rojo o sangre es señal de infección o enfermedad.
2. Palpe las orejas en busca de protuberancias, las inflamaciones en ocasiones se extienden fuera del canal auditivo y les causan dolor.
3. Da señales de dolor cuando le toca las orejas o la cabeza.
4. Fetidez en las orejas o en el canal auditivo. Un oído sano no huele mal, así que esta es una señal de alarma.
5. Acumulación excesiva de cera o de color negro.
Resumiendo, la mejor manera de mantener la salud de los oídos de nuestra mascota, es prevenir, para ello, conviene seguir una buena rutina de cuidados que básicamente contemple: limpiar y secar bien las orejas y eliminar el exceso de pelo .
Autora: Maria Rosa Cabral