Senasa evitó que el consumo de pescado de río sea un riesgo para la salud de los consumidores

El objetivo primordial es preservar la inocuidad y calidad de todos los productos que llegan a la mesa de los argentinos.
El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) evitó que la salud de los consumidores esté en riesgo al decomisar y destruir 800 kilogramos de pescado de río (bogas) que eran trasladados con documentación adulterada y sin los respaldos higiénico sanitarios exigidos por la normativa vigente.

El control se realizó a los transportes que circulaban en rutas de la localidad bonaerense de Zárate, junto con Gendarmería Nacional. En este caso, la camioneta –que se dirigía hacia Santa Fe– tenía inconsistencias en la documentación que acompañaba la mercadería y no cumplía con las normas sanitarias de consumo, motivo por el cual se destruyeron los 800 kilogramos de pescado.
Es importante resaltar que a los procedimientos integrados a transportes en ruta, se suman otros controles que realiza el Senasa en campos (controlando el estado sanitario de los animales vivos) y establecimientos frigoríficos (controlando la elaboración del alimento); es decir, se controla el proceso productivo en cada uno de los eslabones que lo componen, con el objetivo primordial de preservar la inocuidad de todo producto que día a día llega a la mesa de todos los argentinos.
Este tipo de controles habituales son realizados por el Senasa con la finalidad de resguardar la salud de los consumidores, proteger a los productores responsables, salvaguardar la sanidad animal y vegetal y preservar el medio ambiente.