La enfermedad de los mil síntomas…El Moquillo Canino

El moquillo, conocido también como distemper canino o enfermedad de Carré, es una enfermedad infectocontagiosa viral, que no solo afecta a perros, sino que puede transmitirse a otros cánidos.

Esta enfermedad tan grave, no se transmite a los humanos, no es una zoonosis, recordemos que Zoonosis quiere decir que una enfermedad causada por un sólo virus puede enfermar igualmente a varias especies, como por ejemplo la rabia canina, que afecta a perros, humanos, y otros animales.
El contagio: ocurre cuando un animal sano entra en contacto con partículas virales que están en el aire en forma de aerosol o mediante objetos contaminados. Un perro puede contagiar a otro mediante secreciones corporales como mocos ( de ahí el nombre) y lágrimas, que se esparcen en el ambiente y por el aire como pequeñas gotitas contaminadas cada vez que el perro estornuda, tose o se sacude. Por supuesto, un animal enfermo tiene que estar presente, o haber estado, en la zona de contagio. Un humano que conviva con animales con moquillo puede contagiar a otros perros sanos, llevando el virus impregnado en su ropa, zapatos, piel, etc. por lo tanto, es imprescindible que quienes traten con perros con moquillo habitualmente (personal sanitario canino, cuidadores en refugios o protectoras, etc) estén siempre al día con las vacunas de moquillo de sus propios perros. Otro dato para tener en cuenta es, que un perro con moquillo canino no puede contagiar a un gato de moquillo felino, porque son virus diferentes, (y viceversa tampoco).
Los síntomas: afecta a las vías respiratorias, así como a su sistema digestivo y nervioso central. Se le ha llamado “la enfermedad de los mil síntomas”, por la variedad de signos externos que puede provocar. Comienza con una secreción acuosa o con pus en los ojos. En etapas posteriores, se evidencia fiebre, secreción nasal, tos, letargo, falta de apetito, vómitos, diarrea, pérdida de peso, dificultad para respirar, ojos enrojecidos, conjuntivitis, etc. En algunos casos, se produce un engrosamiento de la planta de las almohadillas de las patas. En estados avanzados de la enfermedad puede verse comprometido el sistema nervioso del perro. En estos casos, pueden producirse convulsiones, espasmos o parálisis (parcial o completa). La mayoría de los perros que contraen moquillo mueren y aquéllos que sobreviven a la enfermedad, suelen presentar trastornos de comportamiento causados por el daño ocasionado al sistema nervioso.
El diagnóstico y tratamiento: ante la aparición de uno o más síntomas deberemos llevar a nuestra mascota al veterinario, quien diagnosticará si ha contraído el virus. A partir de entonces empieza el tratamiento, hidratación, nutrición, vitaminas complejo B, antibióticos, siempre en manos del experto.
La prevención: la única forma comprobada de prevenir el moquillo consiste en vacunar al perro contra la enfermedad. La vacuna se recibe por primera vez entre las 6 y 8 semanas de edad, y se recibe un refuerzo de manera anual. Antes de la preñez de una perra, también es un momento en el que debemos prestar atención a la vacunación, ya que de esta forma los anticuerpos se transmitirán a los cachorros durante la lactancia.
Resumiendo, Nunca dejes de vacunar a tu mascota!!! esta es otra de las enfermedades, que aunque existiendo la vacuna, no es obligatoria, pero es muy recomendable, porque de contraer el virus, afecta a su sistema respiratorio, digestivo y en casos avanzados, también al nervioso, poniendo así en riesgo su vida.
Autor: María Rosa Cabral