La Leptospirosis en nuestras mascotas… se puede prevenir con la vacunación

Según un estudio, acerca del vínculo que tienen los argentinos con las mascotas, por siete de cada diez argentinos tienen al menos una mascota, principalmente perros y en segundo lugar gatos. Solo vasta observar en su propio barrio y verá cuantas familias tienen la suya.

Ahora bien, la salud de ellas, está más presente que nunca. Cuando hablamos de salud animal, no sólo nos referimos a la ausencia de enfermedad, sino a un estado de bienestar fruto de cubrir todas las necesidades, que presenta nuestra mascota, tanto físicas como psíquicas y sociales.
Pero, ¿cuál es uno de los pilares fundamentales para proteger su salud ?: Las Vacunas, algunas de estas, son obligatorias debido a que suponen un riesgo para la salud pública (como la de la rabia). Existe otra vacuna para nuestras mascotas, que disminuye en un porcentaje muy elevado la posibilidad de que padezca enfermedades, algunas de ellas muy graves, me refiero a la vacuna séxtuple. Consiste en una vacuna anual contra 6 patógenos. Tras la inoculación de esta, y si no hay nada que lo impida, el animal desarrolla inmunidad contra estos agentes patógenos. De esta forma, el animal queda protegido frente a seis enfermedades o disminuyendo su sintomatología. Una de las seis enfermedades es:
LA LEPTOSPIROSIS:
Es una enfermedad de gran importancia ya que se trata de una zoonosis, es decir, de una patología que puede transmitirse de animales a humanos. Está causada por un género de bacterias llamadas Leptospira, aunque las que comúnmente afectan al perro son la Leptospira Canicola y la Leptospira Icterohaemorrhagiae. Este grupo de bacterias afectan a la mayoría de los mamíferos domésticos y salvajes, aunque también a los animales de sangre fría y a los seres humanos. Los principales portadores son las ratas y ratones o gatos que se alimentan de estos. La prevalencia de esta enfermedad aumenta en los meses de altas temperaturas y es mayor en perros machos, se cree que por los hábitos de olfato y lamido de orina que éstos presentan de forma conductual.
El contagio, se produce cuando la bacteria penetra al animal a través de la mucosa nasal, bucal, conjuntiva o bien a través de la piel que presenta algún tipo de herida. A través de la mucosa la bacteria alcanza el torrente sanguíneo y se distribuye a través de éste hasta llegar a los distintos órganos y tejidos, una vez en éstos, se produce una reacción inmune por parte del animal. Esta reacción causa la muerte del patógeno lo que provoca la liberación de toxinas por parte de éste, y en el caso de que la bacteria haya podido evadir la respuesta del sistema inmune, se depositará en el hígado y el riñón, lo que causará graves trastornos, tal y como veremos más adelante.
La principal vía de contagio, es el agua o la comida contaminada con la orina de otros animales enfermos, aunque también pueden transmitirse a través del suelo si esta superficie se encuentra infectada. El agua de mar no representa un riesgo, ya que la bacteria Leptospira no logra sobrevivir en el agua salada, pero sí en agua dulce. Las piletas que tienen cloro tampoco son riesgosas, ya que, aplicado en una cantidad adecuada, dicho producto logra eliminar el agente infeccioso.
Los síntomas, la mayoría de las veces, esta enfermedad cursa sin evidenciar síntomas, en otros casos se puede observar un curso agudo o crónico de la patología, con fiebre, pérdida de apetito, vómitos y diarrea, sed excesiva, en ocasiones con pérdidas de sangre, orina oscura, síntomas de dolor a miccionar, aliento con olor a orina, ulceraciones en la mucosa bucal, coloración amarilla de la mandíbula, dientes y lengua motivada por la inflamación de los riñones y un deterioro general. Los síntomas relacionados con la micción son especialmente importantes ya que evidencian un daño renal, lo que implica un estado grave de todo el organismo
El diagnóstico, se realiza mediante un análisis de sangre que mida parámetros de serología (anticuerpos) o bien mediante una observación microscópica de la orina donde podrá advertirse la presencia de la bacteria leptospira.
El tratamiento, requiere de diversas medidas tanto farmacológicas como dietéticas. Los casos menos graves pueden ser tratados con éxito y remitir en pocos días con antibióticos, pero muchos de los animales que se recuperan quedan, sin embargo con los riñones dañados para el resto de sus vidas. Recuerde que el veterinario es la única persona capacitada para poder recomendarle a su perro un determinado tratamiento
La prevención, aunque en el caso de esta enfermedad, la vacunación no es obligatoria, es muy recomendable. En casos de que nuestro perro se contagie, los síntomas no aparecerán o serán muy leves. En una madre vacunada los anticuerpos transmitidos por el calostro protegen al cachorro, al contrario, en una madre no vacunada, el cachorro no está protegido en los primeros meses, ya que la madre no tiene anticuerpos contra leptospira.
- Las vacunas son parte fundamental para el cuidado y salud de sus mascotas, la leptospirosis como aclaré al principio es una de las seis enfermedades que ataca la salud, ( oportunamente informaré de cada una de ellas ) por lo tanto, no dude en vacunar cada año y, aunque no sean las obligatorias, estará garantizando su salud y la de su fiel amigo de cuatro patas.
Autor: María Rosa Cabral