Un amigo va por el campo, saca esta foto que ven ustedes y me la envía, hasta ahí el episodio. Le pido info, ¿hace falta?, lo que veo es lo que me mostraron en distintos lotes a los que me invitaron a ir, ya lo sé, es un infortunio. ¿Se podria preveer? y… nó, ¿como luchar contra las inclemencias del tiempo?.

Me quedo mirándolas, como quien mira la desgracia de un accidente, y vienen todos los pensamientos a mi mente, pero uno es el que les gana a los otros, y exclamo, pensando en voz alta: pobre productor!!!

Ni sé yó, si esto lo hizo con un crédito, o si esperó los recursos que vendrían para poder comprar un fierro, si de ahí iban a comer sus vacas. Siento, por llamarlo de alguna manera, como si dentro mío dos sentimientos me asaltaran: La tristeza por el fracaso de un proyecto, de una ilusión particular de alguién que creyó, y por el otro lado no dejo de pensar en la cantidad de argentinos que se verán privados ante esta pérdida, en la cadena agroindustrial, cuantos fletes menos, cuantos derivados, cuantos puestos de trabajo, cuanta capacidad de acopio ociosa y por sobre todas las cosas, y en estos momentos de sensibilidad ante la suba del dólar, cuantas divisas menos para nuestro querido pais.

Dije al inicio, que esta es la postal de la tristeza, que seguramente se podrá mitigar en algo con el trigo, será la gran apuesta, allí estarán nuevamente los productores, poniendo el pecho como siempre, pero también dije, que esta es una foto dedicada:

Para todos aquellos que hablan, porque en la gran obra de Dios, se les colocó una lengua, en un claro ejemplo de mala intención e ignorancia, y lo único que ven del campo, son las cuatro por cuatro, aunque el sustento diario de sus hogares provenga del agro y no lo entiendan, bueno, para ellos es que dedico esta foto, que me envió un amigo que va por el campo.